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La agenda del caso AMIA


 

El 18 de julio de julio a las 9:56 sucedió un hecho completamente inesperado: un atentado terrorista demolió la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). El suceso motivó una enorme cobertura por parte de los medios; los canales de televisión y las radios interrumpieron su transmisión habitual y pasaron a emitir desde el lugar del atentado; los diarios le dedicaron al hecho una gran cantidad de portadas y una inusitada cantidad de páginas de cobertura. La necesidad de contextualizar el atentado con elementos que desbordan el marco de la política interna es lo que constituye a este suceso en un acontecimiento inédito. Si bien es cierto que ya había un antecedente -la bomba en la embajada de Israel, en 1992-, este segundo ataque terrorista señalaba, en forma inequívoca, que la Argentina se había constituido en un escenario de conflicto, en este caso, de la guerra de Medio Oriente.

El primer atentado pudo haber sido sólo una advertencia árabe a los israelíes; pero la voladura de la AMIA ya no era una casualidad. Esta "confirmación" obligaba a la prensa a incorporar, en forma muy rápida, el conflicto árabe-israelí a la agenda política interna. Esto implicaba una serie de dificultades:

Descripción de la agenda del caso AMIA

La agenda del caso AMIA presenta dos partes claramente definidas. La primera, que va del 18 -día del atentado- al 22 de julio de 1994 -día en que se conoce la "reinvindicación de Ansarollah- (19 al 23 para los matutinos) fue dominada por las crónicas de relatos de hechos, según hemos explicitado más arriba. La segunda parte (del 22 de julio al 31 de agosto) se centra en el los relatos sobre las pistas de la investigación; esto es, en los pasos que seguía la justicia tras los culpables.

Hay varios hechos claves dentro de la construcción de las pistas tras los terroristas:

A fin de ver cuál fue la evolución de la cobertura, se trabajaron a fondo 7 días del corpus como muestra (5), y se desagregaron las unidades de información de la forma ya mencionada en el corpus (6).

 

Agenda y noticiabilidad

En el aspecto teórico, la hipótesis de la agenda setting sostiene que "como consecuencia de la acción de los periódicos, de la televisión y los demás medios de información, el público es consciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios públicos. La gente tiende a incluir o a excluir de sus propios conocimientos lo que los media incluyen o excluyen de su propio contenido. El público además tiende a asignar a lo que incluye una importancia que refleja el énfasis atribuido por los mass media a los acontecimientos, a los problemas, a las personas" (SHAW, 1979, citado por WOLF, 1991:163). Tal como había definido COHEN (1963, citado por McCOMBS, EINSIEDEL & WEAVER, 1991:12) la prensa no dice a la gente lo que tiene que pensar sobre los hechos sino que le señala sobre que hechos debe tener opinión.

De esta manera, la hipótesis de la agenda setting "no sostiene que los media procuran persuadir (...) Los media, al describir y precisar la realidad externa, presentan una lista de todo aquello en torno a lo que tener una opinión y discutir" (SHAW, 1979, citado por WOLF, 1991:163).

La agenda se constituye así en un marco de interpretación (LALINDE POSADA, 1992:125) a partir de la cual los sujetos van estructurando una imagen de la realidad (ROBERTS, citado por WOLF, 1991). Esta agenda que los medios presentan al público no es elegida arbitrariamente, sino que se relaciona con las pautas operativas de selección que el periodismo aplica a todos los sucesos. Estas pautas de selección son las condiciones de noticiabilidad.

La noticiabilidad es "el conjunto de elementos a través de los cuales el aparato informativo controla y gestiona la cantidad y el tipo de acontecimientos de los que seleccionar las noticias" (WOLF, 1991, p.222). Los criterios sustantivos de selección de noticias según Mauro WOLF (1991) se articulan a dos factores: la importancia y el interés de la noticia. La importancia está determinada por cuatro variantes.

El interés de una noticia está ligado a las imágenes que del público tienen los periodistas. Así, son noticiables las temas de "interés humano", destinados a suscitar la atención, compasión y complicidad del público. Una definición periodística y operativa de la noticiabilidad puede verse en el "Novo Manual de Redaçao de Folha de Sao Paulo" (1992), que define la importancia de la noticia de acuerdo con los siguientes ítems:

El atentado contra la AMIA cumple con los todos los requisitos que se piden a un acontecimiento para que se transforme en noticia central de la agenda de los medios. Evidentemente, los aspectos más noticiables del atentado fueron:

 

Evolución de la agenda informativa

18/7 19/7 20/7

El atentado a la AMIA se constituyó en un tema central. La conmoción que provocó, sobre todo por la cantidad de víctimas, aparece en los primeros titulares y en la cantidad de noticias publicadas, que se centran en los «relatos de hechos del ámbito nacional» (9).

Los primeros titulares de tapa:

"22 muertos y centenares de heridos" (Crónica 18/7)

"Volaron una sede de entidades judías.Aún habría decenas de personas bajos los escombros". (Clarín 19/7)

"Horror por el atentado a la AMIA: provocó por lo menos 26 muertos, más de 80 desaparecidos y más de 150 heridos. El gobierno ignoró voces de alerta sobre la posibilidad de una Argentina convertida en blanco del terrorismo. Otra vez" (Página/12 19/7).

Ya en su primer día de cobertura, Página/12 se diferencia del resto de los diarios al responsabilizar en forma directa al gobierno por no haber tomado precauciones frente a presuntos indicios que indicaban la posibilidad de un atentado. La situación se modifica poco el segundo día. El único diario que privilegia los relatos sobre las pistas de la investigación es Página/12, que además presta gran atención al tema de la creación, por un decreto del presidente Menem, de la Secretaría de Seguridad (noticia principal de tapa), a la que califica en términos muy duros:

"Aprovechando el horror y el desconcierto provocado por el atentado a la AMIA, Menem sacó del cajón su viejo proyecto: creó por decreto la Secretaría de Seguridad y puso al frente a su viejo amigo Antonietti" (Página/12, 20/7/94, tapa)

En el margen izquierdo, un pequeño título reza:

"Intenta (Menem) un golpe de efecto para contrarrestar las críticas generalizadas tras la difusión en este diario de la imprevisión oficial ante las voces de alerta sobre un posible atentado" (Página/12, 20/7, tapa)(10)

El texto se ve reforzado por un fotomontaje de Menem, que, con gesto despectivo, aparece dando la espalda a las ruinas de la AMIA. En los demás diarios, la noticia de la creación de la Secretaría aparece en un lugar secundario, si bien en todos es mencionada en tapa (11)

Otra de las características de la cobertura de Página/12 es la importante cantidad de notas de opinión implícita, desarrolladas bajo la forma de reportajes a expertos en temas de inteligencia o en Medio Oriente, que buscaban explicar los motivos de la realización del atentado en Buenos Aires (12).

Crónica hace hincapié en el dramatismo de la noticia, como lo marca la volanta de tapa del 18/7:

"(...) cierran fronteras para evitar la fuga de extremistas (..) desesperada búsqueda de personas que pudieron quedar entre ruinas de entidad judía".

Esto es acentuado con el titular de portada del 19/7:

"Entre ruinas buscan a 60 desaparecidos".

Crónica da gran importancia a las fotos, que cubren buena parte de la edición del 18/7. Estas muestran algunos muertos, voluntarios rescatando víctimas, panorámicas del lugar del atentado tomadas desde el edificio de enfrente, etc. La línea continúa el 19/7, cuando se publican 29 fotos de gran tamaño. Llama la atención el epígrafe que acompaña a una foto en página 10. En la misma se muestra a un judío ortodoxo (¿rabino?) parado sobre las ruinas con expresión desconsolada. El texto dice: "Religiosos judíos recorren desorbitados los restos de la AMIA en busca de aún no saben qué cosa". (Crónica, pág.10)

Una interesante diferencia en la cobertura informativa se da entre Crónica y Página 12 /Clarín. En la primera de las cuatro páginas que Crónica del 19/7 dedica a las declaraciones de repudio de distintas personalidades y entidades, aparecen los testimonios de Raúl Alfonsín, Eduardo Duhalde y Eduardo Menem, entre otros. Pero un comunicado merece un recuadro por parte del diario: son las declaraciones de Alberto Pierri, que se transcriben bajo el título "Enérgico repudio de Pierri". En cambio, Clarín y Página/12 optan por mencionar la estadía de Pierri, el mismo día del atentado, en el Centro Marc Chagall, dónde funcionaba provisoriamente la DAIA.

"Andate, andate, caradura antisemita, nazi", fue una de las frases que debió soportar el titular de la Cámara de Diputados, Alberto Pierri, al asistir ayer al Centro Cultural Marc Chagall, donde funciona en forma provisoria la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) (...) Al percibir la presencia del legislador, la gente recordó el modo en que Pierri intentó descalificar al periodista Román Lejtman, al definirlo como un 'judío piojoso', y no tardó en cubrir su entrada al centro cultural con una ola de abucheos e insultos" (Clarín, 20/7, p.14).

"'Caradura', 'antisemita' y 'nazi', fue lo menos que le gritaron a Pierri las personas que pedían que se fuera lo antes posible del lugar, adonde había llegado para manifestar su solidaridad con los familiares de las víctimas del brutal atentado que borró de un plumazo el edificio de siete pisos que ocupaba la AMIA en la calle Pasteur. 'Vos tenés la culpa, esto pasa porque existen tipos como vos', fue otra de las frases que le dirigieron a Pierri (...) Pierri prometió hablar a la salida, pero no pudo cumplir con su promesa, porque cuando habían pasado que veinte minutos tuvo que retirarse en forma precipitada del lugar ante el incesante abucheo de los familiares de las víctimas. No llegó siquiera a oír a la persona irónicamente le gritó: '¿Que hacés acá, judío piojoso?'" (Página/12, 20/7, p.12).

Aparece, en Clarín, una intención de "agotar" el tema. En los cuatro primeros días de cobertura, el diario le dedica al atentado más de cien páginas, poniendo énfasis en la dramaticidad del hecho, que aparece como una noticia "en desarrollo":

"Aún habría decenas de personas bajo los escombros" (tapa, 18/7/94).

"Ya son 41 los muertos: todavía hay esperanzas" (tapa, 21/7/94).

En "Las claves de la tragedia" que Clarín puntualiza en la página 2 del 18/7, se afirma:

"También quedó cuestionada la eficacia del sistema de seguridad: la AMIA y la DAIA habían recibido amenazas últimamente pero no hubo previsión sobre un posible atentado".

Así, las responsabilidades que Página/12 imputaba al gobierno, para Clarín son fallas de la seguridad de la entidad judía. Un recuadro, bajo el título "¿Bomba en el sótano?", ubicado en la misma página 2 refuerza esto:

"No hubo coche bomba y, en cambio, los explosivos se habrían colocado dentro del edificio (...) Todo indica, señaló una fuente oficial a Clarín, que el explosivo se colocó dentro del edificio o muy posiblemente en el sótano, donde se habían iniciado refacciones hace tres días".

De esta manera, el gobierno vería reducida su responsabilidad, ya que la bomba se colocó debido a fallas de la seguridad de la AMIA. Que la fuente citada sea "oficial" es otro indicio de la intención del gobierno de desligarse, aunque sea en parte, del tema (13) (14). Sin embargo, el interrogante del título y la utilización en potencial del verbo "haber" en el primer párrafo trasluce cierto distanciamiento por parte del diario, así como también la imposibilidad de asegurar la veracidad de la información.

La Razón es el diario que mayor hincapié hizo en la cara dramática del hecho, y de las características del atentado como una noticia "en desarrollo", construida en tiempo "real".

"Tragedia. En el atentado a la AMIA ya hay 14 muertos, 50 heridos y unas 100 personas bajo los escombros" (tapa, 18/7/94).

"Las Brigadas tratan desesperadamente de hacer los últimos rescates. Carrera contra la muerte" (Tapa, 19/7/19)

"Ya no hay esperanzas" (tapa, 20/7/94)

El vespertino construye así una historia, referida a los posibles sobrevivientes bajo los escombros, a la que dota de una introducción, un nudo y un desenlace. Este tipo de estructura, que se hará presente varias veces a lo largo de la cobertura, se debe a que los temas de las notas periodísticas necesitan una forma convencional de presentación. Los ejemplos mejor conocidos son las estructuras de los relatos tradicionales (exposición, nudo, desenlace) o la de los argumentos (premisas, conclusión). Los textos que se procesan rutinariamente, como el discurso periodístico, presentan con frecuencia este modelo convencional (VAN DIJK, 1990:253).

 

27/7 28/7

Este momento de la cobertura aparece dominado por "relatos sobre las pistas de la investigación". Dos hechos influyeron en forma evidente para que la cobertura pasara a centrarse, en esos días, en este tipo de relatos:

Este vuelco hacia los relatos sobre las pistas puede verse en los titulares de tapa:

"Ya se habrá esclarecido el atentado contra la AMIA. Están detenidos la mujer (empleada de la embajada de Irán) que compró el auto y dos que se lo vendieron". (Crónica, 27/7/94).

"La justicia busca a un militar iraní" (La Razón , 27/7/94)

"Los investigadores argentinos aseguran que el arrepentido reconoció a cuatro diplomáticos iraníes en las fotos que le mostró el juez Galeano en Venezuela (...) Las fotos de Galeano. (Página/12, 27/7/94).

"Buscan al hombre que armó el coche bomba" (Clarín, 28/7/94)

"Expulsarían al embajador de Irán" (Clarín, 28/7/94).

Por un lado, los titulares reseñados parecen mostrar que, para la prensa, el caso se encontraba en un punto de definición. Por otro, aparece la necesidad del periodismo de informar sobre el tema, a fin de tranquilizar a la opinión pública. Dar a conocer los "avances" de la investigación permite a la opinión pública tener esperanzas de que el atentado se esclarezca, y "demostrar" que las instituciones (el poder político, la justicia y las fuerzas de seguridad pueden brindar seguridad a los ciudadanos (ver parte IV "Opinión pública"). (15) Los "relatos sobre las pistas" se constituyen en el principal tema de la agenda de los diarios. En este tipo de relatos gana en importancia el tema de las fuentes que proveen información a los periodistas.

El primer aspecto problemático es saber quién puede ser fuente y por qué. Los factores importantes para los periodistas serían:

Evidentemente, el tercer factor es el que más interesa a los periodistas. Pero el segundo también es de gran importancia, ya que las fuentes con mayor poder suelen ser las más consultadas.

El segundo aspecto problemático de la relación de los periodistas con sus fuentes son los pactos de confidencialidad, por los cuales una fuente brinda información a un periodista con la condición de que no se revele su identidad. Este tipo de acuerdo es llamado "off the record", y la fuente sólo es identificada en forma genérica: "fuentes judiciales", "cercanas a este diario", "gubernamentales", etc.

El tercer aspecto es la posibilidad del periodista de verificar, con fuentes alternativas, las informaciones que recibe de una fuente determinada. Sólo a partir de considerar la actuación central de las fuentes oficiales políticas (funcionarios y servicios de inteligencia- y no políticas -funcionarios judiciales) en la cobertura informativa es como puede comprenderse la imagen de la investigación del caso AMIA que los diarios construyeron hacia el 27 y 28 de julio de 1994.

Crónica del 27/7 destaca la "casi" resolución del atentado tanto en el titular de tapa como en la nota de contratapa, cuando afirma que

"voceros gubernamentales y judiciales coincidieron en que (el atentado) estaría prácticamente esclarecido y así lo haría saber a la opinión pública el jefe de Estado en las próximas horas" (contratapa).

Debajo de la nota, aparece el siguiente recuadro:

"Menem aseguró que «tenemos buenas pistas para esclarecer el atentado»" (Crónica, 27/7, contratapa).

El vespertino construye su percepción de que la investigación está en las horas decisivas basándose exclusivamente en fuentes oficiales argentinas, pero toma distancia de los hechos. Un buen ejemplo es otro párrafo de la nota de contratapa (los subrayados son míos):

"De acuerdo con lo que trascendió de fuentes judiciales, la mujer iraní sería quién adquirió el vehículo, para que luego el grupo terrorista lo acondicionara. La mujer, de acuerdo con lo informado, fue detenida el lunes a la noche cuando estaba a punto de salir del país, en el aeropuerto de Ezeiza (...) La sospechosa sería empleada de la embajada de Irán, dijeron fuentes judiciales, pero esa información no pudo ser fehacientemente corroborada" (Crónica, contratapa, 27/7/94).

A pesar de cruzar informaciones de fuentes judiciales y policiales, el diario busca constantemente no comprometerse con lo que narra, usando verbos en condicional, o aclarando que los hechos fueron así "de acuerdo con...". Toma así distancia de la información, pero también demuestra su imposibilidad de afirmar de forma segura que las noticias que entrega a sus lectores son algo más que rumores. De hecho, llama la atención a una lectura atenta que Crónica dé a sus lectores información "que no pudo ser fehacientemente corroborada" (contratapa, 27/7/94).

El otro punto destacable de Crónica es el dramatismo que imprime a los hechos, algo que ya se había visto en los dos primeros días de cobertura.

"Crisis: relaciones con Irán penden de un hilo. Sus diplomáticos estarían a punto de ser expulsados..." (Crónica, p.2, 27/7/94).

Esta característica de Crónica -que también aparece en La Razón - ha sido llamada por Guillermo SUNKEL (1992:49) la "matriz simbólico-dramática", a la que caracteriza en los siguientes términos: "...el lenguaje simbólico dramático deviene de una concepción religiosa del mundo y se construye sobre parámetros análogos. Para la matriz simbólico-dramática del mundo se presentará en términos dicotómicos: el bien y el mal, el paraíso y el infierno, el perdón y la condena constituirán los elementos básicos de representación de la realidad. Es a través de la simplicidad de las categorías religiosas que se hará inteligible el conflicto histórico-social así como los conflictos interpersonales y aquellos de carácter más subjetivo".

En La Razón , la investigación aparece también en un momento clave:

"Cuando parece inminente que se den a conocer los principales datos en poder de la justicia sobre el atentado a la sede de la AMIA, todas las fuentes apuntan al embajador al embajador de Irán en Buenos Aires, y al agregado cultural de esa misión diplomática, Moshe Rabbani, como los principales sospechosos de haber colaborado con los terroristas que volaron la institución judía" (La Razón , p.2, 27/7/94).

Sin embargo, el diario se cuida de afirmar que el atentado esté a punto de resolverse, y atribuye a un impreciso "todas las fuentes" la noticia de que los diplomáticos iraníes están involucrados en el caso.

Un día después (28/7), Clarín informa que

Clarín da así un paso más, y muestra la situación como resuelta; sólo "es cuestión de tiempo" dar el anuncio formal de la expulsión del embajador iraní. Por ser una decisión que estaría por ser tomada por el gobierno argentino, citar a la fuente de la información como "gubernamental" procura dar mayor verosimilitud a la noticia.

Completamente diferente es la forma en Página/12 cubre el aspecto de las pistas:

Pero la nota pone, unos párrafos después, a la investigación en la misma pista que mostraran los demás diarios:

Es evidente cómo Página/12 quita espectacularidad y suspenso a la cobertura, al usar declaraciones con atribución de fuentes oficiales. En cambio, Clarín utiliza fuentes gubernamentales "off the record" para sustentar la versión de la segura e inminente ruptura de relaciones con Irán.

El tema de las fuentes fue, evidentemente, un asunto muy dificultoso para el periodismo. La mayor parte de los datos que interesaban a los medios estaban en poder del juez Galeano, y protegidos por el secreto de sumario. Las fuentes que podían dar información eran pocas, y muy solicitadas. La escasez de fuentes provocaba además que el periodismo viera muy acotada la posibilidad de chequear las informaciones que obtenía, a fin de confirmar su veracidad. La falta de información conspiraba contra la necesidad de la prensa de cumplir con su trabajo. Por otro lado, el periodismo considera que su deber es informar al público, por lo que debía conseguir más datos sobre el caso, y demostrar su profesionalidad. El atentado, además, era un hecho completamente inédito, lo que aumentaba el grado de dificultad de la cobertura. El tema, por su magnitud e impacto sobre la sociedad, se había constituido por sí mismo en tema central de la agenda periodística, y había tenido que ser incorporado muy rápidamente a la rutina de trabajo.

Además, el tema del conflicto árabe-israelí de Medio Oriente nunca había sido un tema central de la agenda de la prensa argentina. Incorporar el conflicto como parte de la agenda política interna implicó trabajar saberes poco consolidados, sobre todo para los periodistas habituados a moverse en el ámbito de las noticias de política nacional. Como correlato lógico, se alza el problema de cómo transmitir al lector esos saberes poco estructurados. Pero también es cierto que, posiblemente, en algunos casos los pactos «off the record» entre periodistas y fuentes no derivaron en buena información, como en el caso de la anunciada "ruptura de relaciones con Irán" que había anunciado Clarín.

Ejemplos como éstos deberían abrir un debate inexistente en el periodismo argentino: cuándo es necesario utilizar fuentes «off the record», y como evitar su abuso. Recordemos que estas fuentes no son identificadas al lector, y que, precisamente, el periodismo mantiene en secreto los nombres de esas fuentes para poder conseguir información y mantener informado a su lectorado. Pero si este pacto de confidencialidad es utilizado por la fuente para difundir informaciones que tienen como principal objetivo presentar una realidad favorable a sus intereses, es evidente que la relación debe ser reformulada.

En el contexto de la investigación de la AMIA, la falta de información engendró el rumor, y esto se pudo ver sobre todo en las informaciones que provenían de fuentes no oficiales. Un ejemplo es el de la presunta presencia, algún tiempo antes del atentado, de un grupo de árabes en la ciudad de Olavarría (los subrayados son míos):

"La delegación de la Policía Federal con asiento en Olavarría investiga la extraña desaparición -a fines de julio último- de un grupo de seis musulmanes probablemente de origen iraní que se había instalado en esa zona bonaerense a principios de enero, para realizar tareas agrícolas en una quinta. Según trascendió, los individuos vivían prácticamente aislados de la comunidad, vestían a la usanza típica islámica y a las horas prefijadas por el Corán cumplían con sus ceremonias religiosas. El segundo jefe de la Unidad Regional de Azul, comisario Latorre, confirmó que uno solo de ellos hablaba español y que lo hacía de modo muy precario (...) Producido el monstruoso atentado contra la AMIA, en la Capital Federal, el propietario del terreno arrendado, de apellido Mateo, se mostró aterrorizado, ante la sospecha de que sus inquilinos pudieran haber estado en algún modo vinculado a aquél (...) A fines de junio, el grupo desapareció de la zona sin dejar rastros de su nuevo destino. Mateo, visiblemente atemorizado dijo que había tomado contacto con el grupo a través de un hermano suyo que también desapareció del lugar en la misma fecha" (Crónica, 24/7, p.6)

La misma "pista" reaparece en Clarín más de 20 días después, luego que se produjera el pedido de captura internacional a cuatro diplomáticos iraníes por parte del juez Galeano (los subrayados son míos):

"Dos de los cuatro diplomáticos iraníes señalados por el juez Galeano como sospechosos de estar vinculados con el atentado a la AMIA habrían sido vistos y reconocidos por vecinos de la ciudad de Olavarría. Según el diario "El Popular", varios vecinos, un remisero y el cuidador de la quinta vecina a la que ocupó hace dos meses un grupo de musulmanes, creyeron haber reconocido a los sospechosos sobre la base de las fotografías de dos de ellos. Responderían a las identificaciones de Ahmad Allamed Falsafi y Mahvash Mousef Gholan Reza, quienes se desempeñaron en la Embajada iraní con rangos de secretarios y habrían formado parte de un grupo de agricultores árabes que ocupó una quinta en Olavarría". (Clarín. 13/8/94, p.7).

Fueron las dos únicas publicaciones de esta "pista". Ningún medio la retomó, y no fue seguida por la justicia. En este rumor, del que se hace eco la prensa, los sospechosos pasaron de ser "un grupo de seis musulmanes probablemente iraníes" a convertirse en los diplomáticos iraníes buscados por la justicia. Como suele suceder, el rumor se adapta al contexto, y varía de acuerdo con las distintas situaciones, a fin de mantener la verosimilitud.

En un clima de conmoción y de inseguridad, como el que siguió al atentado a la AMIA, es natural que la gente necesite información, a fin de tranquilizarse. Saber, por ejemplo, que ya se conocía o se sospechaba quienes eran los culpables, era una razón para seguir confiando en el funcionamiento de la justicia y de las fuerzas de seguridad. Pero esa información se encontraba restringida por el secreto de sumario impuesto por el juez de la causa. Este contexto favoreció la aparición de rumores. Muchos de ellos surgieron, seguramente, de algunos indicios que, al ser conectados entre sí, dieron lugar a hipótesis arriesgadas, y que después se demostraron falsas. (Ver, en la parte II, la "pista del iraquí"). Los rumores, en realidad, cumplen el papel que deja vacante la información: ofrecer un posible mapa de la situación al público.

 

5/8 6/8

En estos días, el atentado desaparece de las tapas, a excepción de un pequeño recuadro en la parte superior derecha en la portada de Página/12 del 5/8:

"La investigación del atentado a la AMIA está en un callejón con pocas respuestas".

El título de tapa hace referencia a la nota del interior del diario, que afirma:

"A punto de quedar con un detenido y sin pistas firmes, Galeano no ha podido brindar un informe preciso sobre la causa" (Página/12, p.6, 5/8).

Crónica y La Razón limitan su cobertura de ese día a la interpelación a la que fuera sometido el entonces ministro del Interior, Carlos Ruckauf, en la cámara de Diputados. Sin embargo, los diarios destacan distintos aspectos del discurso de Ruckauf.

"No dejarse ganar por el temor"

titula Crónica (p.6, 5/8), mientras la volanta asegura que

"El ministro Ruckauf dijo que puede haber nuevos atentados"

Dentro de la nota, y recién en el octavo párrafo, se hace referencia a las declaraciones de Ruckauf sobre posibles sospechosos:

"Ruckauf, sin embargo, reveló que' hay un total de diez sospechosos que tienen, en mayor o en menor grado, relación con el atentado, y la policía realizó ya los identikits como para individualizarlos'" (Crónica, p.6, 5/8).

La Razón destaca, en cambio, los pocos datos que brindara Ruckauf sobre las posibles pistas:

"Muchas sospechas y pocos datos. El ministro del Interior, Carlos Ruckauf, reveló que 'hay 19 sospechosos' del atentado perpetrado contra el edificio de la AMIA, al tiempo que aseguró desconocer otros datos relacionados con la causa «porque el juez Galeano no quiere que yo los sepa" (La Razón ,5/8, p.5).

Apenas en diez días, la cobertura pasa de construir un hecho a punto de resolverse -sobre todo en Crónica- a una investigación con pocos resultados y con un clima, en general, de pocas expectativas. La cobertura pierde así suspenso, lo que se refleja en la desaparición del atentado de las primeras planas y en las pocas páginas que le dedican los diarios.

El 6/8, Clarín se diferencia de todos los demás medios, al ocupar las páginas 2 y 3 con las pistas sobre los posibles culpables del atentado, si bien la nota no es anunciada en tapa (los subrayados son del diario) (16).

"Los datos que dio Carlos Alberto Tellerdín, el hombre que vendió la Trafic que se usó como coche bomba en el atentado de la AMIA, es una de las pistas más importantes que tiene la justicia para tratar de identificar al comprador de la camioneta y llegar a descubrir a los autores del atentado. El identikit que armaron los peritos en base a la declaración de Tellerdín muestra a un hombre con gorra y anteojos. Y el dato más interesante es que, según esos expertos, podría ser la misma persona que dejó estacionada por última vez la camioneta Trafic en la playa de Azcuénaga y Paraguay, a menos de 400 metros de la sede de la AMIA. Esta hipótesis se basa en que hay otro identikit, con fuertes parecidos con el anterior, elaborado a partir de lo que declararon quienes vieron al hombre que estacionó la camioneta. Y más aún: siguiendo el terreno de la hipótesis, esa persona, "si tuviera barba" -según indicó a Clarín una fuente cercana a la investigación- podría parecerse a "un funcionario de la embajada de Irán". De todos modos, este dato, que refuerza la teoría de cierta forma de colaboración de los diplomáticos iraníes en el atentado, que sostienen algunos sectores del gobierno, se está manejando con muchísima reserva y precaución" (Clarín, 6/8,p.2-3)

De esta manera, Clarín construye una pista que vincularía a los diplomáticos iraníes al atentado a partir de un indicio que, al menos, puede calificarse de precario: que si la persona que aparece en el identikit "tuviera barba (...) podría parecerse a un funcionario de la Embajada de Irán".Con respecto a esta teoría, el periodista de Página/12, Román Lejtman, afirmó que "si le ponen barba blanca, también se parecería a Papá Noel" (17).

Sin embargo, el matutino afirma que esta hipótesis "es una de las pistas más importantes que tiene la justicia", y que la versión fue dada por "una fuente cercana a la investigación". De paso sirve para reforzar la sospecha de "cierta forma de colaboración de los diplomáticos iraníes en el atentado" (Clarín, 6/8, p.2-3). La gravedad de las acusaciones no parece, sin embargo, apoyarse en indicios concretos. Nuevamente las fuentes de la información son oficiales -"una fuente cercana a la investigación"; "sectores del gobierno"-. El diario da así credibilidad a una versión que, por lo menos, podría ser puesta en duda; evidentemente, la noticia fue publicada porque había sido dada por una fuente oficial.

Por otro lado, Clarín es el medio gráfico con más tirada en la República Argentina, por lo que llama la atención que afirme que "este dato (...) se está manejando con muchísima reserva y precaución".

Clarín establece así una marcada diferencia con el resto de los diarios, al construir una "trama" de la investigación que la muestra en pleno desarrollo, y a la justicia abocada a seguir "pistas firmes" que la lleven a los culpables. Esto contrasta tanto con la información de Página/12, que afirma que "Galeano no ha podido brindar un informe preciso sobre la causa" (5/8, p.5), como con Crónica y La Razón , que no publican nada sobre la investigación judicial, de la que, evidentemente, no tenían ninguna noticia nueva. La sobrerrepresentación que suelen tener las fuentes políticas y "oficiales" en la cobertura noticiosa se hace muy evidente en Clarín, al punto de construir una realidad del todo conveniente a las necesidades de esas mismas fuentes.

 

13/8 14/8 15/8

La cobertura de La Razón del 13 de agosto está claramente dominada por el anuncio del gobierno sobre un posible "tercer atentado", lo que se refleja con un enorme titular de tapa, con la palabra "ATENCIÓN". El vespertino busca aumentar el impacto del anuncio, como puede verse en el título que abre la página 3:

"Medidas especiales de seguridad ante la amenaza de un tercer atentado: la Argentina sigue bajo la mira terrorista".

El dramático anuncio se contrapone con las escasas y poco espectaculares novedades en la investigación:

"El juez federal Juan José Galeano recibió algunas novedades ayer, como por ejemplo la aparición del arrepentido Monoucheh Moatamer en Ecuador, y las detenciones de un ciudadano libanés en Paraguay y de un iraní en el puerto de Buenos Aires" (La Razón , 13/8/94, p.4).

A pesar de anunciarlo en el copete, la nota no dedica ningún párrafo al "iraní" detenido en el puerto de Buenos Aires. La mayor parte de la crónica aborda el tema de si la Corte Suprema se aboca o no al caso AMIA, un ítem que irá ganando terreno en la agenda sobre la AMIA.

El 14/8, Página/12 dedica la cobertura del día casi exclusivamente al ítem pistas, si bien menciona el tema del "tercer atentado" (18). Las notas sobre las pistas son dos. La primera es sobre el Moatamer, el "arrepentido":

"Desventuras de Moatamer, el supuesto arrepentido iraní. La llave que no se usa"

La volanta afirma que

"Moatamer está en Quito, pero el gobierno argentino ya no está tan interesado en correr tras sus espeluznantes secretos. No viajó el juez ni lo interrogó un juez ecuatoriano" (14/8, p.5)

Página/12 se distancia así de la pista, al ironizar sobre la situación del arrepentido ("desventuras de Moatamer") o sobre lo que sabe sobre el atentado contra la AMIA ("sus espeluznantes secretos"). Desacreditar al "arrepentido" es una forma implícita de criticar a la justicia argentina y al juez Galeano, que basó sus pedidos de captura de los diplomáticos iraníes en el testimonio de Moatamer.

"El embajador (argentino en Ecuador) José Luis Fernández Valoni (...) apenas se permite un razonamiento en público: «fíjese que las órdenes de captura libradas por el juez (Juan José Galeano) se basaron casi exclusivamente en las declaraciones de este hombre, que, al ver que se le dio crédito a lo que decía, quiere mantener la colaboración». Sin embargo, no hay señales aquí de que el Gobierno o la justicia estén muy intrigados por lo que tenga que decir Moatamer. Mientras la vez pasada Galeano partió como una bala en el avión presidencial rumbo a Caracas apenas el iraní ofreció hablar, no hay indicación alguna, ni siquiera por asomo, de que se hayan iniciado los trámites correspondientes ahora" (Página/12, 14/8, p.5).

Página/12 critica así a la justicia argentina por sobredimensionar la pista del "arrepentido", y pone en duda la calidad de la investigación. Esto se acentúa en la segunda nota sobre pistas, que consiste en una larga investigación realizada por Jorge Lanata y Joe Goldman (19). Los periodistas buscan ridiculizar algunos de los indicios que fueran tomados en cuenta por la justicia argentina en la investigación del atentado a la embajada de Israel:

"'¿Como que no se resolvió? Yo vi el dedo, yo vi un dedo del conductor suicida' -dijo Bernardo Neustadt en su programa, luego de asistir a la función de video de la SIDE. Según la investigación oficial, el dedo dio en el sitio justo: la casa de una doctora, María Elena Rodríguez, que -al verlo- supo de inmediato que podía tratarse de 'el dedo de una persona acostumbrada a caminar descalza'. Después se supo que 'el terrorista usaba unas típicas sandalias de cuero de cabra que producen una callosidad similar a aquellas personas que acostumbran a caminar descalzas'. El inspector Columbo envidiaría la solución de un caso por un dedo" (Página/12, 14/8, p.7-8-9). (20)

Para después poner en duda toda la hipótesis de investigación del Juez Galeano:

"Una lectura detenida de la información pública posterior al atentado a la AMIA muestra, claramente, que se eligió primero el resultado y luego se fue borroneando la forma de llegar a él (...) Diversas hipótesis sobre la pista siria fueron publicadas por este diario y por el Buenos Aires Herald, entre otros medios, y descartadas de plano de la investigación. Durante decenas de entrevistas en las últimas semanas los autores de esta nota escucharon, de varias fuentes, la hipótesis más privada de la venganza sobre acuerdos incumplidos por parte del Presidente con grupos de origen árabe, y también diversas evaluaciones políticas que transforman a Irán en el enemigo justo en el momento justo" (Página/12, 14/8, p.7-8-9)

Estos presuntos "acuerdos incumplidos" de Menem que refiere la nota tienen que ver, evidentemente, con el alineamiento incondicional de la Argentina con los Estados Unidos. En el marco de esas relaciones, la Argentina envió dos naves a la guerra del Golfo. Lo que sugiere la nota es que, en realidad, ese alineamiento tiene sus costos: la importación de conflictos debido a nuestra condición de aliados de los EE.UU. La crónica de Lanata y Goldman extiende la responsabilidad del aparente fracaso de la investigación a las fuerzas de seguridad:

"El enfrentamiento entre la policía y la Gendarmería durante la investigación del atentado a la embajada de Israel se complementó con la falta de profesionalidad al aislar la zona y el deficiente desempeño de los equipos de rescate" (Página/12, 14/8, p.7-8-9)

Al cuestionar la actuación de la justicia y las fuerzas de seguridad en el primer atentado, la investigación de Lanata y Goldman pone en duda su capacidad de llevar a cabo su tarea correctamente incluso en el segundo atentado.

Ese día, en Crónica, el "tercer atentado" es el principal tema de la cobertura AMIA, aunque las características del suceso ha cambiado:

"Menem le puso paños fríos. Dijo que el Poder Ejecutivo se excedió un poco al hacer el anuncio del viernes" (Crónica, 14/8/94, p.2).

El diario hace lugar a la pista sobre la detención del "iraní" en el puerto de Buenos Aires, que apenas si mencionara La Razón , con un título que exime de comentarios:

"El 'iraní' terminó siendo francés y quedó libre" (Crónica, 14/8/94, p.2).

El 15 de agosto, Clarín da prioridad al tema del tercer atentado, al punto que es su principal título de portada:

" Tercer atentado: Menem trata ahora de tranquilizar".

El diario le dedica también una página a los encuentros deportivos en los que iban a jugar clubes judíos -y que debían realizarse el fin de semana en que el gobierno declaró el alerta por el "tercer atentado- y que no se llevaron a cabo debido a que los rivales no se presentaron, presuntamente por miedo o precaución.

Crónica y Clarín disminuyen el dramatismo y suspenso de la cobertura, a partir del reconocimiento del presidente Menem de que se exageró en el anuncio del probable "tercer atentado". Diferente había sido la actitud de La Razón , que ponía en alerta a la población. Página/12 enfatizaba, en cambio, el ítem pistas, en donde se ponía en duda la hipótesis de la investigación de la justicia. Y sugiere la relación entre la no investigada "pista siria" y presuntos pactos incumplidos del presidente Menem con los países árabes. Así, se culpa al gobierno de la CAUSA del atentado -y ya no sólo por no haber tomado en cuenta indicios que indicaban la posibilidad de un ataque terrorista, acusación que había sido el eje de Página/12 en los primeros días de cobertura-.

En este momento de la agenda, el atentado llevaba casi veinte días de aparición ininterrumpida en las páginas de los diarios. Lo que en principio sólo había sido el relato de un suceso -el atentado terrorista a la sede de la AMIA- se estabilizó en la agenda periodística. Esto nos lleva a la noción de tematización. Tematizar un suceso significa darle un lugar central en la agenda de los medios y subrayar su importancia frente al resto de la información no tematizada. (WOLF, 1991, p.185).

La tematización sólo se da en algunos hechos, que son, por lo general, de mucha visibilidad e importancia. AGOSTINI (1984, citado por RODRIGO ALSINA, 1989, p.138) señala una clasificación en los que pueden producirse un proceso de tematización:

La evolución de la cobertura del atentado terrorista a la AMIA evolucionó desde el hecho inesperado originario a un tema: los medios tematizaron la tragedia y, al darle una entidad programada, la convirtieron en generadora de sucesos. Transformar el atentado contra la AMIA de suceso a tema -o sea, convertirlo en serie- permite darle una cobertura que a partir de ese momento estará prevista, y que merecerá, en algunos medios, títulos unificadores -"Otra vez" en Clarín y Página/12, "Tragedia" en La Razón . La importancia de la tematización se fundamentaría así en su función de "seleccionar ulteriormente (...) los grandes temas sobre los que concentrar la atención pública y movilizarla hacia decisiones". (ROSITI, 1982, citado por WOLF, 1987, p.185).

Las cuestiones teóricas sobre qué es la serialización de la información aparecen como totalmente abiertas y en discusión. Para este trabajo, entenderemos por serie una sucesión de hechos surgidos a partir de un hecho primario -en nuestro caso, el atentado a la AMIA- (21) Tales "hechos surgidos" son, en particular, las "pistas" que siguió la prensa, y que hipotéticamente llevarían a los culpables del acto terrorista.

Hasta aquí se presentan varias similitudes con el concepto de tematización. Las diferencias en el caso de la serie son que:

Adoptaremos la denominación de serie para denominar la cobertura completa del atentado a la AMIA y sus consecuencias.

 

23/8 24/8

El 23/8, en Crónica, la única nota referida al atentado se refiere al problema de la competencia judicial del caso. Según el procurador general de la Nación, "no existe la cantidad de pruebas suficientes" para que la causa pase a la Corte Suprema, situación que cuestiona la investigación de Galeano.

La Razón no publica ninguna noticia sobre el atentado.

El 24/8, Clarín se desencanta:

"Ahora admiten que no hay pruebas contra Irán"

dice el título principal de su portada. Y la volanta aclara:

"El procurador general dijo a la Corte que los indicios presentados por el juez Galeano no son suficientes para citar a los diplomáticos iraníes. Días atrás el gobierno había hablado de ruptura diplomática o de 'indicios o semiplena prueba' que vinculaban a Irán con el atentado".

La fuente que afirma esto es, obviamente, oficial. Pero aquí las declaraciones aparecen con atribución. El diario acusa ahora al gobierno de magnificar pistas o indicios que no tenían la relevancia suficiente como para inculpar a los diplomáticos iraníes. Algunos de estos indicios, que servían para incriminar a los iraníes en el atentado, aparecieron en Clarín, como la pista del "identikit" al que había que agregarle barba para que se pareciera al diplomático iraní Ahmad Reza Asghari.

El 24/8, Página/12 dedica un pequeño recuadro de tapa al tema del rechazo de la Corte del caso AMIA.

El hecho principal -el atentado contra la AMIA- ha desaparecido como tema central de la agenda de los medios, para desplazarse al fracaso de la investigación judicial. Para Página/12, esto confirma sus sospechas de incapacidad de la justicia de conducir en forma exitosa la investigación. Para Clarín, que hasta no muchos días antes había construido una pista en plena evolución, basándose en los mismos datos que ahora la justicia reconocía como insuficientes, representa un cambio radical en su cobertura, lo que se traduce en una inusitada dureza con el gobierno. En Crónica, la nula dramaticidad del tema del rechazo de la causa por parte de la Corte se refleja en el hecho de que la noticia merezca tan sólo un pequeño recuadro en la página 10. La Razón , en teoría el diario más oficialista de los elegidos para este trabajo, prefiere olvidarse del tema.

La lenta desaparición de la serie puede ser asociado a lo que FISHMAN (1983) llama estructura de fases. A partir del hecho principal -en este caso, el atentado- es posible armar una estructura, en la que cada nuevo suceso conectado a ese hecho original es una nueva fase. "Las estructuras de fases demarcan las unidades de acción (sucesos) dentro de una corriente de actividades en curso" (FISHMAN, 1983:68). Esta estructura debe seguir un orden secuencial; de lo contrario, todo el esquema se viene abajo. "Si una fase se aparta de ese orden echa a perder la estructura íntegra, poniendo en entredicho la totalidad de las fases como algo que no es lo que parece." (FISHMAN, 1983:68) (22)

En el caso del atentado, a la fase inicial de conmoción le siguió la búsqueda de los culpables. Las pistas se orientaron hacia los posibles sospechosos -en esta serie, los iraníes-. Una gran cantidad de indicios fueron esgrimidos para justificar esa sospecha. Idealmente, y de acuerdo con la estructura de fases habitual, a continuación la justicia debió incriminar a los sospechosos, citarlos a juicio y condenarlos. El problema en esta cobertura es que la evolución del caso se trunca: después de construir una pista "iraní" durante varias semanas, la justicia aparece reconociendo que no tiene las pruebas suficientes para incriminar a los diplomáticos iraníes. Luego de este reconocimiento, la estructura del hecho se "desnaturaliza" y es puesta en duda, y la cobertura noticiosa del atentado a la AMIA se ve claramente afectada y desaparece pocos días después de los diarios.

 

31/8

El tema desaparece de Crónica y La Razón . Página/12 le dedica 2 páginas a la cobertura:

"Menem niega enfrentamientos en la investigación.. El presidente criticó al titular de la DAIA por haber dicho que existía una competencia entre los servicios" (Página/12, 31/8/94, p.8).

"Reportaje a Steven Emerson. Falta investigar a Siria " (Página/12, 31/8/94, p.9).

Esta última nota remarca la intención del diario de mostrar que la justicia no ha investigado la pista siria por motivos políticos. Una parte del reportaje, realizado por Román Lejtman, deja esta intención bastante clara:

"Página/12: ¿ Usted cree posible que la administración peronista se niegue a investigar la pista siria por las relaciones que mantuvo Carlos Menem con el gobierno de Damasco?

Emerson: Creo que hay razones para que al gobierno argentino le dé miedo investigar a Siria".

Clarín le dedica al tema AMIA dos notas en página 13:

"Los EE.UU. dieron protección a Moatamer".

"Menem critica al titular de la DAIA".

 

Conclusiones de la evolución de los contenidos de la agenda

1. La investigación de la AMIA aparece como una realidad construida en base a las informaciones de las fuentes oficiales.

1.1 Las fuentes disponibles para la cobertura fueron pocas, y se limitaron al ámbito nacional. Esta "opacidad" de las fuentes condicionó la cobertura, ya que dificultó la posibilidad del periodismo de chequear las informaciones.

1.2 Todos los medios dedicaron la mayor parte de la cobertura a la "pista iraní".

1.3 La admisión, por parte de la justicia, de que los indicios reunidos por el juez Galeano no alcanzaban para incriminar a los diplomáticos iraníes provocó una sensible caída en la cantidad de páginas dedicadas por los diarios a la investigación. En el momento en que las fuentes oficiales aceptaron su fracaso y dejaron de dar datos "sensacionales", la serie AMIA desapareció.

2 Cada medio respetó, en líneas generales, el contrato de lectura que tenía con sus lectores.

2.1 Crónica y La Razón pusieron el énfasis en delinear una realidad dramática y muy conflictiva.

2.2 Página/12 construyó su cobertura desde la oposición al gobierno, al responsabilizar a éste por el hecho de que el atentado se hubiera realizado en la Argentina. El diario extiende su desconfianza al papel de la justicia y de las fuerzas de seguridad.

2.3 Clarín enfatizó el "periodismo de investigación" y la primicia, a fin de seguir brindando su imagen de ser el diario más completo y mejor realizado, a lo que agregaba, periódicamente, ciertos cuestionamientos al gobierno, con el objeto de resaltar su "independencia".

3 Más allá del conservar el mismo tipo de vínculo con sus lectores, aparecen, en cada diario, algunas características salientes que diferencian la cobertura.

3.1 En Página/12 y Clarín se puede apreciar una importante narrativización de las informaciones.

3.2 Las noticias internacionales sobre el conflicto en Medio Oriente entre israelíes y árabes aparecen, en todo este período, dentro de la sección de política nacional. Sin embargo, no puede decirse que hayan sido conectadas a la serie del atentado, ya que siempre figuran en un recuadro aparte, y por lo general, salvo Página/12, con mención de agencia.

3.3 Hay una muy escasa mención de agencias de noticias como fuentes de las noticias, excepto cuando se trata de noticias internacionales. Esto sucede inclusive en Crónica y La Razón , que suelen citar agencias. Sin embargo, una lectura atenta de estos dos diarios revela la existencia de notas con párrafos iguales o muy similares.

4 La cobertura del atentado se serializa. Se constituye en agenda central de los medios, a partir de cumplir con las principales condiciones de noticiabilidad del aparato periodístico. Esta serialización permite que el atentado sea conectado con una gran cantidad de series y hechos.

5 La agenda de los medios sobre el atentado a la sede de la AMIA aparece vinculado con las series de:

Pero no aparece vinculado con las siguientes series:

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