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Construcción de la noticia: el "efecto agenda"


 

¿Porqué el atentado contra la AMIA entró en la agenda de los medios? ¿Cuales son las características del hecho que lo hacen tan noticiable? Esta parte apunta a definir:

La noticia

En los últimos años, el concepto de noticia ha estado en reelaboración, y ha dejado de ser vista como un "espejo de la realidad" (LALINDE POSADA, 1992:122) para ser reemplazada por la idea de que los medios construyen la realidad mediante las rutinas y prácticas del periodismo (TUCHMAN, 1983).

Pero, como consecuencia del desarrollo tecnológico de los medios audiovisuales, la característica de la noticia deja de ser "algo que sucedió" para pasar a ser, como definió Ted Turner -creador de CNN- "algo que está sucediendo" (FORD, 1994b). Tal situación comprime aún más los tiempos en que la noticia debe ser elaborada por los periodistas, a tal punto que "el camarógrafo pasa a ser el primer interpretador del acontecimiento y el periodista no puede elaborar una interpretación de lo que sucede en "tiempo real", a no ser que tenga una formación hiperespecializada en los procesos estructurales que subyacen a lo que está ocurriendo" (FORD, 1994b).

En líneas generales, este trabajo concuerda con la postura de que la noticia construye, de acuerdo con determinados parámetros, la realidad social en la cual se mueven las sociedades modernas. Pero este concepto debe ser ligado a la definición de noticia enunciada por Mauro WOLF (1991:217), según el cual "es noticia lo que (...) es susceptible de ser trabajado por el aparato sin excesivas alteraciones y subversiones del ciclo normal productivo. Es evidente que en el caso de acontecimientos excepcionales, el aparato posee la elasticidad necesaria para adaptar sus propios procesos a la situación contingente. En general, sin embargo, la noticiabilidad de un acontecimiento es valorada en relación al grado de integración que presenta respecto al normal, rutinario curso de las fases de producción".

 

La construcción de la noticia del atentado a la AMIA

Cada medio construye la noticia de acuerdo con su sistema clasificatorio, definido a partir de su jerarquización de las noticias, los adjetivos que utiliza, la forma en la que retrata a los actores, los distintos discursos utilizados -informativo, argumentativo y narrativo-, etc.

En los primeros días, el atentado aparece calificado en los titulares de la prensa como un hecho irracional y dramático, y destacó la gran cantidad de víctimas provocadas por la bomba. Para ello, apeló a adjetivos, sustantivos, fotografías, etc (los subrayados son míos).

"Brutal atentado: 26 muertos y casi 150 heridos" (Clarín, 19/7, p.2-3)

"Horror por el atentado a la AMIA: provocó por lo menos 26 muertos, más de 80 desaparecidos y 150 heridos" (Página/12, 19/7, tapa)

"Desesperada búsqueda de personas que pudieron quedar entre las ruinas de la entidad judía" (Crónica, 18/7, tapa).

"Tragedia.. En el atentado a la AMIA ya hay 14 muertos, 50 heridos y unas 100 personas bajo los escombros" (La Razón , 18/7, tapa)

"Todo fue destrucción y sangre. Luto y llanto de todo el pueblo argentino azorado aún por la irracionalidad de una violencia fatídica para la que nadie estaba preparado. Nada escapó al terror irracional que se desató en pleno Once..." (Crónica, 19/7. p.16).

Los titulares de tapa eran reforzados por las fotos que los acompañaban, que mostraban:

En todos los casos, hay una única foto que ocupa más de la mitad de la primera plana. Todas ellas apuntan a subrayar el dramatismo de los titulares de tapa, que destacaban la brutalidad del atentado y la cantidad de víctimas.

El ejemplo más claro es La Razón -en ese momento un diario sábana- que ocupa casi toda la tapa con una foto en colores de la AMIA en ruinas, y con un único titular -"TRAGEDIA"- en una tipografía enorme.

Clarín se destaca por incluir muchos gráficos, que reconstruyen, por ejemplo, la cronología del atentado (19/7, p.6), las hipótesis sobre el hecho (22/7, p.18) o dónde habría estacionado el coche bomba (25/7, p.6). Los demás diarios no recurren ni a gráficos ni a infografías.

En todos los diarios, el atentado ocupó las primeras páginas. La ubicación del hecho siempre fue la sección de política nacional de cada diario.

Excepto Crónica, todos los medios incluyeron "chapas" identificatorias de la cobertura.

La Razón publicó, durante la primera semana, una banda de luto negra en el borde superior de la página, con la palabra "tragedia" en blanco. Pasado ese período, la banda desapareció y la noticia fue integrada en la sección "Nacional".

Página/12 identificó cada página de la cobertura con una chapa en donde se veía las palabras "OTRA VEZ" rota al medio, y que recordaba la representación gráfica de una explosión-. El espacio entre ambas palabras estaba ocupado por la foto de una persona que gritaba horrorizada, mientras en el fondo se ven ruinas y hierros retorcidos.

Clarín utilizó una chapa con el mismo texto que Página/12: "OTRA VEZ". La diferencia es que la imagen que acompaña el texto es una Estrella de David. Esta ilustración, a diferencia de las chapas de Página/12 y La Razón , no hace hincapié en la magnitud del hecho sino más bien en el carácter "antijudío" del atentado.

Lo que sí es evidente es que tanto Clarín como Página/12 establecen una continuidad explícita entre la bomba contra la embajada de Israel en 1992 y el atentado a la AMIA.

Dentro de las crónicas periodísticas, la comparación más usual para describir el lugar de los sucesos eran las imágenes visuales y metáforas que comparaban la zona del atentado con una guerra (los subrayados son míos)

"A las diez de la mañana, la calle Pasteur, entre Tucumán y Viamonte, parecía un mundo en guerra. Entre los ayes de dolor de las víctimas, los alaridos de desesperación de los testigos, el polvo espeso que levantaron las ruinas, el aroma acre y pegajoso de la sangre, los vidrios que caían como guillotinas desde el cielo, el 600 de Pasteur era un infierno (Clarín, 19/7, p.3).

"La guerra en casa" (Página/12, 19/7, p.3)

"...el holocausto de la calle Pasteur..." (Crónica, 20/7,p.7)

Son varias las consecuencias que pueden extraerse de esta comparación entre el lugar del atentado y una zona devastada por la guerra:

El periodismo también recurrió a la comparación entre el lugar de los hechos y el "infierno".

"Fue un verdadero infierno: sobrevivientes y testigos del salvaje atentado brindan relatos que estremecen" (Crónica, 18/7/94, p.10)

"Catorce personas fueron rescatadas de los escombros: renacer del infierno" (Página/12, 20/7/94, p.4-5).

"Crónicas del cuarto día: itinerario del infierno" (Página/12, 21/7/94, p.6).

La comparación de la zona devastada por la bomba y el infierno apunta a:

Los autores de la masacre son calificados de terroristas o asesinos:

"Los asesinos serían argentinos" (La Razón , 21/7, p.4)

"Sospechan que la base de los terroristas está funcionando en el sur del Brasil" (Clarín, 19/7, p.6-7).

 

Los "tiempos" de la noticia

La mayor parte de la serie informativa AMIA está constituida por el seguimiento de las pistas judiciales tras los culpables. Esta circunstancia hace que la prensa construya el hecho en "tiempo real" (FORD, MARTINI & MAZZIOTTI, 1995), a medida que la justicia daba nuevos pasos en la investigación. Esto también sucedió en los primeros días -cuando las noticias seguían el rescate de posibles sobrevivientes bajos los escombros- o cuando el gobierno tomaba medidas en relación al caso.

"Entre ruinas buscan a 60 desaparecidos" (Crónica, 19/7, tapa).

"Crean la supersecretaría y designan a Antonietti" (Clarín, 20/7/94, p.14).

"Investigan los antecedentes del iraquí" (Clarín, 20/7/94, p.12)

"Piden la captura de cuatro diplomáticos iraníes" (Clarín, 10/8/94, p.2).

"No expulsan a ningún iraní" (La Razón , 11/8/94, p.6)

Las noticias "en tiempo real" tenían el propósito de:

Esto permite introducir el suspenso, y atraer al lector. Pero en la cobertura aparecen también noticias construidas en "presente continuo" (FORD, MARTINI & MAZZIOTTI, 1995), que adelanta perspectivas o posibilidades en la evolución de la investigación judicial o las decisiones del gobierno.

"El gobierno ya tendría decidida la expulsión del embajador de Irán" (Clarín, 28/7, p.2).

"La Corte Suprema ya se prepara para citar a los diplomáticos iraníes" (Clarín, 9/8/94, p.2)

"Crisis: relaciones con Irán penden de un hilo. Sus diplomáticos estarían a punto de ser expulsados" (Crónica, 27/7/94, p.2)

Estas perspectivas se centran exclusivamente en el corto plazo, sin que la prensa haga un análisis de las consecuencias políticas y diplomáticas de romper con Irán. Sólo se menciona, en algunas notas, que es un importante socio comercial, y las cifras del intercambio global.

El seguimiento día por día de la noticia apela a la necesidad de la opinión pública de informarse del curso de la investigación. Saber que la justicia avanzaba sobre "pistas firmes", y que el gobierno se aprestaba a tomar medidas, parecía mostrar que habría castigo para los culpables. Saber que las instituciones funcionan era un reaseguro para la sociedad civil, ya que quienes habían atacado a la población estaban "a punto" de ser atrapados por las fuerzas de seguridad y juzgados por la justicia.

 

Tipos de discurso

Discurso informativo

Crónica y La Razón , pasada la primera etapa de la cobertura -la dominada por los "relatos de hechos"-, se atienen a un discurso exclusivamente informativo. Este tipo de discurso, a fin de ser verosímil, identifica siempre, aunque sea de forma muy imprecisa, a las fuentes de la información.

"'Una mezcla de pentrita con trotyl, como parece ser la utilizada en este último atentado, es realmente un cóctel mortal', dijo un oficial retirado de la Policía". (Crónica, 20/7, p.7).

"Los expertos habrían señalado algunas huellas claras del estallido interno..." (La Razón , 20/7/94, p.4).

Una característica de las notas informativas es que parecían dirigirse a un lector que no conocía el tema. Esto puede verse en:

a) el cuidado que pusieron los medios en aclarar las siglas relacionadas al caso

"A las 9:56 de ayer, una bomba demolió la sede central de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA) (sic) y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA)..." (Clarín, 19/7, p.3).

"...según está escrito en los informes reservados que circulan en la Central Nacional de Inteligencia (CNI)..." (Clarín, 19/7, p.7).

b) las notas dedicadas a narrar cuáles eran las actividades culturales que llevaba a cabo la AMIA (por ej., Clarín, 19/7, p.8)

c) en aclarar la filiación de los grupos terroristas implicados, o traducir el significado del nombre en árabe:

"El atentado contra la sede de la AMIA abre sospechas que conducen nuevamente hacia Hezbollah, el grupo de tendencia pro iraní... (La Razón , 19/7, p.7).

"...los Seguidores de Dios estarían vinculados al Hezbollah, Partido de Dios chiíta libanés apoyado por Irán... (Página/12, 23/7, p.2).

d) las crónicas que dedicaron los diarios a informar sobre el fenómeno del fundamentalismo islámico o de los terrorismo árabe (cfr. "¿Que es el fundamentalismo? Clarín, 31/1/94, p.18-19; "Identikit de Hezbollah", Página/12, 24/7/1994, p.12; "Las organizaciones clandestinas", La Razón , 22/7/94, p.2).

Brindar a los lectores de forma breve y concisa los datos necesarios para comprender la noticia es la característica principal del discurso informativo. Estos datos pueden ser la localización del hecho, la hora en que sucedió y quienes fueron los protagonistas, la descripción del lugar, etc. Es el discurso "objetivo", en donde el periodista sólo expone "los hechos", sin dar opinión y sin tomar partido.

"Unas mil personas oraron anoche en un servicio religioso realizado en el templo Bet-El de esta capital, en recuerdo de las víctimas que produjo el atentado al edificio de la AMIA. La ceremonia, que se inició a las 19:30 como cada viernes, estuvo caracterizada por los rostros de dolor de la gran mayoría de los presentes" (La Razón , 23/7, p.2).

 

Discurso narrativo

El mismo acontecimiento es contado en forma completamente diferente por Clarín:

"Todos los viernes, cuando aparece la primera estrella, los templos abren sus puertas y reciben a los fieles que se acercan para la ceremonia del Kabalat Shabat (recibimiento del sábado): uno de los momentos más alegres, más sentidos y con mayor participación de la vida religiosa judía. Por eso, anoche se esperaba que la comunidad judía se encontrara en sus templos (...) La alegría es la esencia de la celebración de cada viernes a la noche, pero anoche los que llegaron temprano se saludaban como en un velorio: las mandíbulas apretadas, los brazos acongojados, los «como estás» que nadie responde" (Clarín, 23/7, p.6).

Se evidencia, en esta nota de Clarín, la presencia de elementos narrativos, propios del discurso literario o de la narración oral, en la construcción de la información. Las formas narrativas utilizan una presentación -en la que, a diferencia de la forma informativa, no deben constar necesariamente el resumen de los hechos-, un desarrollo y un cierre. Pueden jugar con el suspenso, y tornar más atractivas e interesantes las notas. La forma narrativa es, además, culturalmente muy cercana al lector, familiarizado con el "contar historias" da las narraciones orales y literarias.

La Razón y Página/12 apelaron a un discurso narrativo en algunas notas que publicaron en sus primeras ediciones tras el atentado:

"El ruido de las palas contra las piedras era lo único que se podía escuchar anoche cuando decenas de voluntarios, bomberos y cadetes de la Policía Federal (...) intentaban desesperadamente rescatar a los sobrevivientes de la explosión que sacudió el centro de esta capital y destruyó hasta los cimientos la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). (Página/12, 19/7, p.2).

"La noche avanzaba. El trabajo no cesaba entre los cientos de voluntarios que removían escombros con la esperanza de encontrar vida allá abajo" (La Razón , 19/7/94, p.4).

"Salomón Begorotsky sintió que el piso se movía, los muebles caían a su alrededor, las vigas cedían en la tesorería del segundo piso donde trabaja desde hace doce años. Vio un boquete y saltó hacia un patio interno. Desde allí, miró hacia el cuarto piso. Las ventanas estaban abiertas. Gritó "Dorita, Dorita". Pero ni su esposa ni ninguna otra voz le contestó". (Página/12, 19/7, p.8).

"Era un lunes como cualquier otro. Alguna referencia al triunfo de los brasileños, pero sin demasiado entusiasmo. Alberto Arce, de 37 años, terminó de tomar un café en el bar de la otra cuadra y de dirigió hacia la lencería de Pasteur 619, su lugar de trabajo. Venía caminando desde la esquina de Viamonte, así que tuvo que pasar por delante del edificio de la AMIA" (La Razón , 19/7/94, p.4).

"Jacobo Echenauel está vivo. La bomba en la AMIA lo sepultó bajo tres metros de escombros, con una viga de hierro doble T sobre sus piernas cruzadas, en el segundo subsuelo del edificio, donde permaneció 31 horas despierto, rodeado de cadáveres" (Página/12, 20/7/94, p.4).

En la segunda etapa de la agenda, dominada por los "relatos de hechos sobre las pistas", la narrativización de la información persistirá en Página/12, pero también ganará espacio en Clarín.

Algunos ejemplos: la llegada del "terrorista" al estacionamiento en donde dejó estacionada la camioneta hasta el momento del atentado es contada por Clarín en forma cercana a la ficción, con reconstrucción de diálogos y detalles:

"- ¿Cuánto es?

- Ochenta pesos.

Ramón Martínez sacó de su bolsillo un billete de cien pesos y no reclamó el vuelto. El encargado de la playa de estacionamiento de la porteña esquina de Paraguay y Azcuénaga no olvidó ese detalle: no son muchas las veces que recibe esa cantidad de propina (...) Por el testimonio de los testigos, se reconstruyó por donde llegó la camioneta hasta la AMIA. vino por la calle Tucumán y dobló en Pasteur. Una testigo dijo recordar que era manejada por un hombre con "ojos desorbitados". Minutos después, el mundo se vino abajo". ("El camino del coche bomba hasta la AMIA". Clarín, 31/7, p.3)

Los recursos cercanos a la ficción también son utilizados por Página/12, que narra de esta manera la compra de la camioneta Trafic, que luego sería utilizada como coche bomba:

"Domingo 10 de julio. Llegan a la casa de Tellerdín tres personas corpulentas con rasgos orientales. Sólo uno hablaba español, y se interesó por la capacidad de la Trafic. Tellerdín volvió a cruzar los límites de la prudencia y trató de averiguar para qué sería utilizado el vehículo:

- ¿Van a usar la Trafic para transportar ropa? -preguntó.

- No, para hacer negocios inmobiliarios -fue la respuesta.

Media hora más tarde, los tres visitantes abandonaron el lugar a bordo de un Sapporo negro". (Página/12, 3/8, p.13).

Una de los recursos a los que puede apelar el discurso narrativo es la gran cantidad de pequeños detalles, que vuelven más verosímil el texto, al dar la sensación de que el periodista que narra la nota "realmente estuvo allí".

"Lunes 11 de julio. Tellerdín recibe en su casa a una persona de 1,75 de altura, acento centroamericano, muy bien vestido, con pelo largo y anteojos con aumento" (Página/12, 3/8, p.13).

Una nota interesante desde el punto de vista narrativo es "El duro peregrinar de Moatamer: La ruta del arrepentido". La nota narra la supuesta travesía del arrepentido iraní que diera varios "datos" al juez Galeano

"Las desventuras de Moatamer empezaron a lomo de burro, cuando huyeron hacia Turquía por el arduo camino del Kurdistán. Acabaron en Caracas, vía La Habana" (Página/12, 19/8/94, p.6).

Lo más llamativo de la nota es la forma en la que está ilustrada: fotos con epígrafes unidas entre sí por flechas, que "reconstruyen" el camino de Moatamer desde Irán hasta Quito, adonde fue enviado desde Caracas. Las fotos buscan, deliberadamente, crear un entorno irónico al texto. Se produce así un cruce entre imagen y texto, construidos desde un punto de vista narrativo. Citaremos el texto del epígrafe, y luego la imagen de la foto:

 

Discurso argumentativo

El discurso argumentativo o de «opinión» aparece privilegiado en Página/12, pero también tiene espacio en La Razón y Clarín -Crónica no publica notas de opinión-. Este tipo de discurso apunta a persuadir al lector, a partir de un esquema de premisas y conclusiones.

En su totalidad, quienes escriben las notas condenan enérgicamente el atentado y atacan a los culpables:

"Los autores del atroz ataque contra la AMIA, pues, pueden ser muchas cosas: salvajes, bestias, lo que son. Pero tratarlos como meros lunáticos no ayudará en absoluto a combatirlos (...) ¿Irracionales? Malignos, sin duda, pero creerlos locos es escapismo puro (JAMES NEILSON: "La lógica del terror, Página/12, 20/7, p.8).

"El atentado contra la AMIA no sólo es un crimen contra la comunidad judía; también es un crimen contra el pueblo argentino, en el que la AMIA está inextricablemente enraizada, y sobre todo un crimen contra la humanidad, porque está presidido por la misma mentalidad que organizó el Holocausto, esa que odia al otro (...) El antisemitismo es un antihumanismo". (JUAN GELMAN: "El antihumanismo". Página/12, 20/7, p.2).

Sin embargo, hay ciertas características que diferencian a cada medio. En La Razón , las notas de opinión se ocupan de acusar a Irán de la autoría del hecho.

"El gobierno de Irán negó enfáticamente cualquier participación en el atentado. Pero nosotros nos planteamos las siguientes preguntas: a) ¿Es posible llevar a cabo un atentado de esas características sin el apoyo de un Estado? b) ¿Puede el Estado de Irán desvincularse de las terribles declaraciones del ayatollah Alí Khamenei, líder religioso máximo de Irán, quien dijo que Israel era un cáncer y que era "una reunión de una banda de judíos de todo el mundo", entre cuyas cualidades se encuentra la maldad y el robo? (...). c) El embajador de Irán en la Argentina, Hadi Soleiman Pour, ¿ha sido uno de los organizadores del sitio a la embajada norteamericana de Irán? ¿Es un ideólogo del fundamentalismo islámico? (...) d) ¿Intervinieron iraníes en atentados en otros países? Si esta preguntas las contestamos con "no", "no", "sí" y "sí", la cuestión está clara (...). El cerco se va cerrando en torno a Irán. El gobierno de ese país niega enfáticamente su participación en este atentado. Pero, ¿cuando un criminal confiesa, a menos que se enfrente a una evidencia abrumadora?". (TEÓFILO SAINT GERMAIN: Irán: ¿culpable o inocente?. La Razón , 30/7, p.3).

En esta misma línea argumentativa, se pueden encontrar, en La Razón , otras notas de opinión firmadas por el mismo autor. Todas ellas lanzan acusaciones de tono muy duro contra Irán, que parten de hipótesis que se validan a partir de indicios realmente discutibles. Por ejemplo:

"Todo el mundo se pregunta sobre la autoría del atentado a la sede de la AMIA. Existe unanimidad de opiniones en cuanto a que una acción terrorista de este tipo y magnitud requiere tres condiciones (...): 3. Una apoyatura de un Estado. El analista político Jorge Castro, uno de los más lúcidos y profundos en materia de política internacional, sostuvo desde el primer momento que un atentado de estas características requiere ineludiblemente el respaldo de un gobierno. La sospecha cae, inevitablemente, sobre el de Irán" (...). (TEOFILO SAINT GERMAIN: ¿Quiénes fueron los criminales? La Razón , 22/7, p.6).

Parece necesario algo más que la opinión de un analista internacional, por más "profundo" y "lúcido" que sea, para fundamentar una acusación tan seria. Es cierto que los terroristas iraníes o pro iraníes han cometido muchísimos atentados; pero eso no significa que los cometan todos. En una sociedad democrática, para acusar a alguien hay que tener pruebas, y no sólo suposiciones.

Estas notas de opinión de La Razón no sólo se dedican a atacar a los iraníes, sino que apuntan a otros "actores" de la política mundial.

"La Argentina planteará el caso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (...) Es indudable que cuando se acumulen más pruebas (de las cuales los EE.UU. sin duda disponen) la comunidad internacional tendrá que decidir que hacer con Irán. Lo lógico es un bloqueo semejante al que se dispuso contra Irak (...) Los Estados Unidos, que tienen clara conciencia política, no tendrían inconveniente en disponer medidas contra Irán. La gran política internacional es para ellos más importante que los negocios. Así lo han demostrado durante años, al disponer la prohibición de exportar a la Unión Soviética una larga lista de bienes estratégicos. Hubiera podido hacer un gran negocio vendiéndolos, pero renunciaron a ello. Con Irán harían lo mismo, máxime tratándose de un caso menor. Pero los países europeos se preocupan mucho más por sus mezquinos negocios que por la paz del mundo. Tendrían que estar muy presionados para adherirse a un embargo" (TEOFILO SAINT GERMAIN: "Irán ante los ojos del mundo". La Razón , 27/7/94, p.3).

Las notas de Saint Germain no sólo construyen a los iraníes como malos, terroristas, intolerantes y criminales, sino que también arma otros "actores": los Estados Unidos son el "bueno" que lucha contra los malos, aún a costa de perder dinero y negocios. Los "europeos" son "malos", a quienes, con tal de hacer negocios, no les importa "la paz del mundo". Este tipo de construcción, extremadamente maniquea, no se da, al menos en la serie AMIA, en ningún otro ejemplo de discurso argumentativo.

En Página/12, el discurso argumentativo sirve para reforzar la postura opositora al gobierno que el diario maneja a través de toda la cobertura.

"Jorge Asís, el secretario de Cultura, es un hombre pintoresco (...) Su trayectoria lo confirma: fue afiliado comunista, inexistente crítico de la dictadura, agresivo periodista contra el exilio argentino, habitué de las reuniones de los servicios de inteligencia en el Florida Garden (...) Carlos Menem, el presidente argentino, es un hombre pintoresco: maneja Ferraris, baila tango por televisión, convierte sus giras o sus fines de semana en olimpíadas deportivas (...) Nadie diría, en principio, que ambos pueden ser crueles. Sin embargo, ayer, mientras la Cruz Roja rescataba heridos y arrastraba cadáveres en el edificio bombardeado de la AMIA, ambos insistieron en sus propios proyectos políticos, utilizando a la muerte como excusa. Asís fue uno de los primeros funcionarios en hacer declaraciones: - Hay que volver al proyecto de la secretaría de Seguridad- dijo, luego de un breve lamento de circunstancia (...) El presidente habló del atentado como si acabara de asumir, y hubiera sido otro el presidente que debió sufrir la bomba en la embajada de Israel, hace dos años. También mostró su corazoncito: abogó una vez más por la pena de muerte (...) La reacción del presidente y de su funcionario frente a la muerte no es demasiado distinta: la imagen es de un montajista editando, cuadro por cuadro, una carrera de chicos down. Sabe dónde cortar y dónde lograr el golpe bajo" (JORGE LANATA: "Golpes bajos". Página/12, 19/7, p.6).

Clarín eligió, para sus notas de opinión, firmas conocidas y respetadas y conocidas. El primer día de cobertura, las columnas estaban firmadas por Ernesto Sábato (lo que era anunciado en tapa) y Marcos Aguinis. En los días siguientes, aparecerían columnas de opinión de Abelardo Castillo, Oscar Landi, Jorge Halperín y Eva Giberti, entre otros. En coincidencia con su línea de constituirse en el diario más completo e informado, Clarín, a través de columnistas reconocidos, construía una imagen de "opinión autorizada" y respetable. Esto era complementado por un mensaje que condenaba el atentado y pedía castigo a los culpables, pero también llamaba a la tolerancia y alertaba sobre los peligros de la discriminación racial.

Tres artículos publicados en los dos primeros días de la cobertura artículos, sin embargo, como pueden construirse imágenes del atentado muy diferentes, sin dejar de condenarlo en forma explícita:

"Nuevamente los argentinos detentamos el horror de esta voladura de dos instituciones judías, que no sólo ha dejado un saldo todavía incalculable de heridos y muertos, sino que es casi la repetición de la destrucción de la embajada de Israel. Es extraño que sea un país de inmigración, sonde por decenas de años se ha mantenido una gran tolerancia religiosa, y no sólo la amistas sino la integración familiar entre pueblos que en Europa o en otra partes del mundo permanecen separados por seculares rencores" (ERNESTO SÁBATO ¿"Por qué en una tierra de tolerancia? Clarín, 19/7/94, p.19).

"El antisemitismo existe. También en la Argentina. es un microbio virulento, potente, que en los últimos años intentaba disfrazarse de antisionismo o antiisraelismo u otros "anti" de ocasión (...) La bomba que ha destruido el edificio de la AMIA -una institución cultural, educativa y asistencial, sin fines políticos- muestra en forma desnuda el antisemitismo que también saca colmillos y pezuñas en nuestra tierra (...) Este es, pues, un ataque contra los judíos. No importa su filiación política, su observancia o no observancia religiosa, su simpatía por Israel o su posición frente al conflicto de Medio Oriente. Por ser judíos están condenados. Es el mismo pensamiento que impregnaba la "solución final" puesta en marcha por el Tercer Reich" (MARCOS AGUINIS "Hay que ponerle barreras al odio". Clarín, 19/7, p.19).

"Hacer de esto una nueva matanza de judíos, una guerra de árabes contra israelíes o una represalia del fundamentalismo islámico contra los judíos y árabes que quieren la paz en el Oriente Medio, es alejarnos del problema y seguir pensando que la muerte, la violencia criminal, el odio, no nos atañen. Lo que pasó ayer es un problema argentino. Lo que pasó ayer es un problema argentino. Lo que pasó ayer no se explica porque la comunidad judía sea la más numerosa de Latinoamérica o porque nuestro país haya entrado en los conflictos del Primer Mundo o porque las fuerzas satánicas del caos atenten contra la democracia. Pasó porque la muerte, la violencia, el odio, tienen un lugar posible y hasta hoy impune en nuestra patria" (ABELARDO CASTILLO "La muerte a la vuelta de la esquina". Clarín, 20/7/94, p.24)

Desde el punto de vista del discurso argumentativo, fue Clarín el que mejor reflejó la diversidad de posiciones y opiniones que el atentado había desatado en la opinión pública, sin limitar el problema casi exclusivamente a la incapacidad del gobierno de prevenir el atentado (Página/12) o sin cargar todas las culpas en un culpable "externo" como Irán (La Razón ). De hecho, en la sección "Opinión" de Clarín se encuentra la única nota que, en los diarios que conforman el corpus de esta tesina, vincula en forma clara el tema de la globalización mundial de los conflictos políticos con la serie AMIA (23)

La complejidad de la serie AMIA y los múltiples temas que involucra no pueden ser resumidos en una o dos cuestiones. En ese sentido, Clarín vinculó, en su discurso argumentativo, al atentado con una serie de temas -globalización, tolerancia- que aparecieron en forma insuficiente en las secciones informativas de los diarios aquí analizados. Por otra parte, estas pocas vinculaciones de la serie AMIA con otras temáticas políticas y culturales sólo aparecieron en la parte de la cobertura dominada por los "relatos de hechos". Cuando la cobertura del atentado comenzó a perder páginas, estas conexiones desaparecieron.

 

Agenda, noticiabilidad y selección de noticias.

Conocer cuales eran los mecanismos por los cuales el periodismo selecciona las noticias que cubre día a día constituyeron el objetivo de los primeros estudios de "gatekeeping" (WOLF, 1991:205).

El concepto de «gatekeeper» fue elaborado por el psicólogo Kurt LEWIN hacia 1947 - 48. "Lewin trabajaba en dinámica de grupos y observó que la información circulaba de manera muy irregular. Había unos puntos que eran como barreras, en los que la información podía interrumpirse, o, por el contrario, fluir de una manera muy rápida después de superarlas. Junto a estas barreras podía imaginarse a alguien, un gatekeeper, un guardabarreras o un portero, que abría la puerta o levantaba la barrera o que impedía la difusión de algo que había llegado hasta él" (GOMIS, 1991, p.81).

Estos estudios, en principio aplicados al campo de la psicología social y la dinámica de grupos, fueron trasladados al terreno de las noticias. En 1950, White aplicó el concepto para estudiar cuáles eran los puntos del aparato periodístico que definían que noticias se publicaban y cuáles eran desechadas (WOLF, 1991, p.205).

La actividad de selección de las noticias por parte del periodismo se adapta a las diferentes circunstancias noticiosas. En los primeros días de cobertura del atentado contra la AMIA, literalmente cualquier noticia que pudiera ser conectada con el ataque terrorista era publicada. El ejemplo más evidente era Clarín, que, con una intención de "cobertura total" del hecho, publicó más de sesenta páginas sobre el atentado en las dos primeras jornadas de su cobertura noticiosa. Veamos los temas que fueron integrados a la agenda AMIA en Clarín del 19/7.

Sería imposible entender por qué un medio dedica tantas notas a un suceso si las condiciones de selección de las noticias no fueran puestas en relación con el diferente grado de noticiabilidad de cada hecho. "Las decisiones del gatekeeper no son realizadas sobre la base de una valoración individual de noticiabilidad, sino más bien en relación a un conjunto de valores que incluyen criterios profesionales y organizativos, como la eficiencia, la producción de noticias, la velocidad" (ROBINSON, 1981, citado por WOLF, 1991) (ver "Selección de noticias y rutinas productivas del periodismo").

La condición "ideal" de noticiabilidad es, seguramente, el principal factor que influye en la selección automática, por parte del periodismo, del caso AMIA. Y también es lo que provoca que el tema se "imponga" como tema central de la agenda informativa.

La jerarquización del tema AMIA como central en la agenda tiene como consecuencia que todos los sucesos que puedan ser conectados con el tema tendrán muchas más posibilidades de aparecer en un medio que un hecho que nada tenga que ver con el atentado, o que pertenezca a otra serie. Sin embargo, el contrato de lectura que cada medio pacta con su lector influye en la diferente valoración de cada suceso, y, con el correr de los días, aparecieron las diferencias.

Clarín y Página/12 fueron los diarios que mayor espacio dieron al suceso. Ambos construyeron desarrollos de la cobertura bastante diferentes.

Clarín mostró a una justicia en avance, que trabajaba en una importante cantidad de indicios y pistas firmes. Esto sucedió hasta algunos días antes en que el procurador general reconociera la no relevancia de los indicios de Galeano. La gran cantidad de páginas que Clarín dedicó a la serie se relaciona con la pretensión del diario de ser el "más informado" y el que da a conocer las primicias del caso. De esta manera, Clarín armaría buena parte de las agendas del resto de los medios. Dio prioridad así el periodismo de investigación, en relación con su contrato de lectura, que construye un enunciatario interesado en estar informado en una "agenda completa" que incluya una gran cantidad de hechos.

Página/12, mientras tanto, centró su cobertura en el fracaso de la investigación, lo que confirmaba sus sospechas hacia la justicia y le servía para atacar al gobierno, uno de sus rasgos más evidentes en su contrato de lectura con el lector. Esta total independencia le permitiría al diario, teóricamente, informar sobre hechos que al gobierno le interesa ocultar, y que los demás medios no publican por razones políticas o económicas. Hay que reconocer, sin embargo, que esta percepción de "prensa opositora" ha variado mucho en los últimos años, sobre todo a partir del rediseño periodístico de Clarín, en 1991.

Crónica y La Razón , en cambio, mostraron una rápida caída de la cantidad de páginas en los primeros días de agosto, y una veloz desaparición acallados los ecos del "tercer atentado", luego del 16 del mismo mes. Esta desaparición se relaciona con la falta de novedades en la investigación, y con la poca espectacularidad y dramatismo de la información que podía publicarse sobre el atentado.

La enumeración de la selección de sucesos que la prensa englobó dentro de la serie AMIA indica que si bien las crónicas periodísticas se centraron sobre las consecuencias visibles del atentado y las pasos judiciales, los diarios incluyeron también dentro de la cobertura temas relacionados con el atentado, como la falta de seguridad, hechos anteriores similares (embajada de Israel, Torres Gemelas), la Secretaría de Seguridad, la desorganización del salvataje de las víctimas de la explosión, etc.

La prensa construyó, en líneas generales, la percepción de que el atentado contra la AMIA había sido un ataque contra los judíos y el pueblo argentino, realizado por árabes -más específicamente, iraníes- como parte de la lucha que éstos mantienen con los israelíes en Medio Oriente. Esto es, por motivos externos a la Argentina. En tales condiciones, la información sobre grupos terroristas fundamentalistas, costumbres religiosas y culturales de árabes e israelíes, motivaciones de la guerra en Medio Oriente, políticas de los diferentes países del área -que no son sólo Israel e Irán-, etc., eran absolutamente necesarias para comprender la cobertura. Los diarios no dedicaron a estos temas más de una docena de crónicas, y todas situadas cronológicamente en las dos primeras semanas de la cobertura. Esto representa, en la agenda total de la AMIA, una cifra bastante pequeña. Con el correr de los días, los diarios fueron "cerrando" la noticia sobre los pasos judiciales y la posible ruptura diplomática con Irán, y todo el contexto político y cultural que rodeó el hecho dejó de ser noticiable, a medida que la cobertura del hecho comenzó a perder cantidad de páginas.

 

Selección de noticias y rutinas productivas del periodismo.

Los trabajos de gatekeeping y selección de noticias sentaron las bases para los estudios sobre newsmaking. Este pasaje se da porque "este tipo de análisis (los de gatekeeping) conoce otras dos fases, centradas en la visión del aparato como institución social, y en una visión del sistema. Dicho de otra forma, se supera el carácter individualista de la actividad de gatekeeper, acentuando sobre todo la idea de la selección como proceso jerárquicamente ordenado y vinculado a una compleja red de feedback" (WOLF, 1991:206).

Los estudios de trabajos de newsmaking se articulan entre dos polos: la cultura profesional de los periodistas, por un lado, y la organización del trabajo y de los procesos productivos (WOLF, 1991:214).

La organización periodística tiene un problema a solucionar a la hora de cubrir los hechos diarios: la escasez de tiempo y medios. Esto, por un lado, acentúa la importancia de los valores/noticia (noticiabilidad) (WOLF, 1991:248); por otro, marca la importancia de las rutinas del trabajo periodístico, a fin de predecir "el curso normal" de los acontecimientos (TUCHMAN, 1983:226). La importancia de las rutinas productivas es la de asegurar una cobertura de los acontecimientos lo más planificada posible de los acontecimientos diarios (RODRIGO ALSINA, 1989:127).

A partir de la definición de rutinas productivas, se abren dos cuestiones. La primera tiene que ver con la determinación del status de la noticia a partir de la posibilidad o no de preverla (súbita/planificada). La segunda cuestión se refiere a cómo una noticia "súbita" puede ser, con el correr de los días, planificada por el aparato periodístico.

El atentado a la AMIA fue un caso de noticia imprevista -"súbita" si seguimos la tipificación de noticias hecha por TUCHMAN (1978:62 y subsiguientes) o de "explosión", si aplicamos la clasificación de GOMIS (1991:143-150). Por su importancia y repercusión, estos hechos deben ser cubiertos por el aparato informativo, aún cuando implique grandes esfuerzos por parte de la organización, o trastoquen las planificaciones y horarios. Sin embargo, la noticia es súbita sólo los primeros días; obviamente, luego entra dentro de las previsiones del medio, y se puede disponer de personal y espacio para cubrir la evolución del acontecimiento.

La característica específica de este tipo de acontecimientos es:

Pero las consecuencias directas del hecho inesperado durarían sólo una semana. A partir de allí, la noticia dejó de ser el relato del atentado para desplazarse a las pistas que podrían llevar a descubrir quiénes habían sido los asesinos. Así, del suceso inesperado pero que por sus consecuencias fue admitido "automáticamente" dentro de la agenda periodística, se pasó a una cobertura de rutina, centrada en los pasos judiciales. Esto constituyó al atentado en tema central de la agenda de los medios durante más de un mes. El proceso parece normal, tal como puede concluirse de las afirmaciones de TUCHMAN (1983): "los aparatos de información, a fin de producir noticias, deben cumplir (...) tres requisitos: 1) Deben hacer posible reconocer un acontecimiento (incluidos los excepcionales) como hecho noticiable; 2) Deben elaborar formas de producir los acontecimientos que no tengan en cuenta la pretensión de cada acontecimiento a un tratamiento idiosincrático; 3) Deben organizar un trabajo temporal y espacialmente de tal manera que los sucesos noticiables puedan afluir y ser elaborados de forma planificada. Estos requisitos están relacionados entre sí".

Otro de los temas trabajados por las teorías del "newsmaking" es el de las fuentes de información. Algunas de estas fuentes, debidos a las rutinas de trabajo del periodismo, suelen ser privilegiadas en la información diaria. El tipo de fuentes sobrerrepresentado en la prensa suelen ser las fuentes políticas, debido a que existe un interés manifiesto del sistema político de que las noticias reflejen visiones favorables a sus posturas. (24)

Algunas de las consecuencias de la sobrerrepresentación de las fuentes políticas ya han sido analizadas por este trabajo en la parte de agenda.

Una vez estabilizada, la noticia del atentado fue tematizada y convertida en serie, lo que permitió preverla en el esquema de trabajo diario del medio y disponer de personal para cubrirla, como ya se señaló en el análisis sobre tematización y serialización.

 

Conclusiones sobre la construcción de la noticia sobre la AMIA

1. En el caso de todos los medios aquí analizados, parte del lazo entre el diario (enunciador) y lector (enunciatario) se construyó sobre las siguientes características:

2. El atentado es construido por la prensa como dramático e irracional. El dramatismo se funda en las consecuencias del atentado -cantidad de muertos, daños en la zona, posibilidad de sobrevivientes bajo los escombros, etc.-. La "irracionalidad" responde a lo indiscriminado del atentado, y al hecho de que las presuntas causas que lo provocaron son "externas" a la República Argentina.

3. Clarín, Página/12 y La Razón apelan, en varios momentos, a una narrativización de la información, mientras que Crónica se limita a un discurso informativo, contrariamente a lo que suele ser su estilo habitual. Narrativizar las informaciones torna más atractivas las notas, permite introducir el suspenso y manejar un tipo de esquema cultural cercano al lector, familiarizado con las narraciones orales y literarias.

3.1 Clarín es el diario que mejor reflejó, desde el punto de vista del discurso argumentativo, la diversidad de opiniones que desató el atentado contra la AMIA. Esta diversidad de opiniones está en consonancia con el principal rasgo de su contrato de lectura con el lector, basado en la idea de la "agenda completa", según la cual Clarín es el diario más completo y dirigido a un público muy amplio.

3.2 En La Razón se verifica un desajuste entre el discurso informativo y el argumentativo. Este último parece apuntar a otro tipo de lector, absolutamente convencido de la culpabilidad de Irán, y que considera a las sanciones contra ese país como necesarias para evitar la repetición de estos atentados en nuestro país.

3.3 Página/12 construye su discurso argumentativo en forma coherente con su contrato de lectura con el lector, basado en la oposición al gobierno.

3.4 La noticia sobre la AMIA aparece construida, de manera predominante, como un suceso en "tiempo real", centrado en las acciones de los actores argentinos -la justicia, el gobierno- sobre el tema. Este tipo de construcción permite enfatizar el suspenso, ya que la noticia aparece "en desarrollo" y con final abierto. Por otro lados, muestra a la justicia en pleno investigación de pistas que podrían llevar al esclarecimiento del caso. De esta manera, los diarios cumplen con la función de tranquilizar a la opinión pública, que exigía la resolución del caso y un mejor funcionamiento de las fuerzas de seguridad y de la justicia (ver parte IV opinión pública).

4. A pesar de que los medios vincularon el atentado con una gran variedad de ítems, los temas culturales y religiosos sobre los actores principales de la noticia están poco presentes en la cobertura. Las pocas notas sobre fundamentalismo o grupos terroristas aparecieron en las dos primeras semanas. Cuando el suceso entró de lleno en la rutina de los medios, las conexiones del atentado con el contexto religioso y cultural dejaron de aparecer.

 

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